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Había padres que no los veían a sus hijos desde hacía más de un año.
El encuentro con los Jaialim fue muy emocionante, conmovedor, lleno de expectativas que, en lo personal fueron ampliamente superadas.
Con respecto al voluntariado, fue maravilloso, seleccionamos frutas y verduras, armamos bolsas con verduras y frutas para gente necesitada, repartimos en diferentes hogares carenciados alimentos, así pudimos conocer a la gente y pudimos charlar con ellos, conociendo diferentes historias, entregamos comida a gente necesitada, separamos ropa por talles, para soldados, repartimos el desayuno en un hospital a los familiares de los enfermos. Conocimos un Israel que de turista no se ve. En cada lugar que nos presentábamos como padres de Jaialim Bodedim, nos agradecían, como si fuéramos héroes, por haber enviado a nuestros hijos a defender su país y por sobre todas las cosas que estemos nosotros también ayudando y colaborando en Israel, todos se mostraban muy agradecidos. Siempre nos miraban y se dirigían a nosotros con muchísimo amor y respeto.
Formamos un grupo muy unido con padres de muchos países, gente que no se conocía pero compartimos el mismo sentimiento, nos unían nuestros hijos, nuestros Jaialim. Lo cuento y se me eriza la piel, se me llenan de lágrimas los ojos y se me hace un nudo en la garganta de la emoción al recordar cada momento compartido con esos padres, que como yo, extrañamos cada abrazo, cada shabat en familia, cada momento compartido en lo diario con nuestros hijos.
Pero desde nuestro lugar, como familia (mi marido y mis otros 2 hijos) entendimos que Tommy eligió vivir en Israel, porque encontró su lugar en el mundo y es muy feliz perteneciendo a la Tzava y siendo parte de este gran país. Esto hace, que siempre lo acompañemos y lo vengamos a visitar cada vez que podemos. Nos llena de orgullo y nos emociona cada momento compartido con el.
Lo único que yo agregaría, ya que nos faltó a todos los padres, es algún voluntariado relacionado con los Jaialim, darles de comer en una base, coser, doblar, o entregar algún uniforme, algo que colabore, directamente con los Jaialim.
Realmente fue todo maravilloso, cada lugar, cada paseo, nuestra madrija YARDEN, es todo lo que está bien. Todo hizo que la experiencia nos resulte inolvidable. Estoy sumamente agradecida.










